martes, 2 de junio de 2009

Astanga Yoga

Sri Pattabhi Jois con su hijo Sri Manju Jois





El Yoga se ha expandido al mundo, desde oriente a occidente, casi como una necesidad inherente al ser humano.
El término es una palabra sánscrita, que significa, entre otras cosas, unión con lo divino. Es también, visto como una terapia o medicina que busca la sanación en todos los aspectos.
Tener una buena salud es estar en un estado de armonía. Así, el camino de yoga se convierte en un camino de salud.

Método Astanga

El estilo de Mysore es también llamado estilo libre, donde cada alumno puede descubrir su práctica a su propio ritmo. Vamos aprendiendo paulatinamente la serie de asanas estudiadas hace miles de años por los yoguis quienes han entregado su conocimiento y experiencias a través de las generaciones.

El astanga yoga es un método que contiene series de asanas o posturas que se van aprendiendo sistemáticamente.
La técnica se redescubre en la escuela de Mysore al sur de India y se llama Astanga Vinyasa Yoga. Astanga proviene de Astau que significa ocho. Algo así como el yoga de las ocho ramas: Patriahara ( control de los sentidos) Niyama, Yama (abstinencia), Pranayama(control de la respiración), Asana (postura), Dyana (meditación), Dharana(concentración) y Samadi (contemplación).

Sin embargo, la mayoría de los practicantes se concentran en los dos primeros estadios, que son: asana (postura) y pranayama (respiración). Podemos recorrer durante varios años el estadio de las asanas, no obstante, no existe apuro. Los avances son infinitos y esto hace muy atractiva su práctica. Las asanas de seniors pueden deleitar la mirada de cualquiera, los años parecen embellecerla.

Como dice Sri Pattabhi Jois, padre del astanga moderno, “uno debe practicar y practicar al principio, el resto vendrá solo”. Así, el método se convierte en 99% de práctica y el resto de teoría.
Muchos definen al Yoga como Unión, apuntando a los aspectos físicos y emocionales del practicante, armonizándolos, pero también el yoga se ha entendido como un camino (Upaya), un camino de vida, donde buscamos alcanzar algo, y ese algo, se proyecta sobre la experiencia de alcanzar lo que es mejor para el ser. Está en nuestra naturaleza humana el buscar lo que es mejor para nosotros.
Así, el yoga actúa directamente sobre nuestro estado mental, como dice el aforismo de Patanjali “yoga chita vritti nirodhaha”, el yoga detiene las fluctuaciones de la mente. En nuestra mente parte toda conexión con los sentidos, y parte de tener controlados a estos mismos, es tener control sobre nuestra mente.

RESPIRACION

El motor de Yoga es la respiración. Aprendemos a realizar un acto que es muy natural, pero ahora lo hacemos de manera conciente. El famoso yogui Krishnamacharya describía el ciclo respiratorio como un acto de entrega:

“Inhala y Dios se acerca. Mantén la respiración,

y Dios permanece contigo.

Exhala, y tú te acercas a Dios.

Mantén la exhalación, y entrégate a Dios”.



En AlmaZen, este método es impartido por Macarena Ferrada, periodista. Dedicada a la práctica de yoga desde 1999.
Profesora de Reiki en Gran Canaria desde el 2003, terapeuta ayurvédica del instituto Ayurvidya, con la brasilera Leila de Sá .
El 2004 conoce el método Astanga gracias a la instrucción de Andrés Wormüll. Ha realizado varios worshops y teacher trainings junto a su querido Sri Manju Pattabhi Jois.
Creadora del centro de Yoga Almazen del Cerro Alegre en Valparaíso, desde el 2004 al 2011.

mferrada@almazendelmar.cl


miércoles, 3 de septiembre de 2008

Descanso en Lunas


Los días de Luna Nueva y Llena se descansa de la práctica en la tradición de astanga. Aunque suene a un capricho de los yoguis. Esto se debe a una causa más bien científica que esotérica.
Durante estos días, la luna ejerce una fuerza gravitacional sobre todos los elementos de origen acuoso en nuestro planeta. El ser humano posee más de 70% agua en su masa física, por lo tanto, al igual que el mar, se ven afectados por las fases de la luna.
Las posiciones relativas crean diversas experiencias energéticas que son comparables al ciclo de la respiración. La energía de la luna llena correponde a al final de una inhalación, cuando la fuerza pránica que asciende es más grande, es expansiva y nos hace sentir muy energéticos, a veces, emotivos y testarudos, ya que estamos poco enraizados.
En cambio, en la luna nueva, el efecto se asemeja al final de la exhalación, cuando la fuerza del apana es la más grande, es decir, en descenso. Nos volvemos calmados y bastante enraizados, sin embargo, con poca disposición al ejercicio físico.
De esta manera, el practicante de yoga observa (o descansa) estos días, puesto que se logra sintonizar con los cambios del cosmos, comienza a sentir este tipo de energías incluso en días nublados, cuando la mayoría de las personas no saben en qué fase de la luna nos encontramos.

lunes, 2 de junio de 2008

GALERIA











Taller con la Lore Cortes
fotos de Arturo Chadwick